En realidad, la figura del ejecutivo de cuentas se puede extrapolar a infinidad de campos y sectores. Y eso por qué, porque el origen de un ejecutivo de cuentas es el de un comercial y toda empresa que quiera crecer y expandirse necesita esa figura, entre otras. Hoy en día, el ejecutivo de cuentas no solo se ha quedado con la parte comercial de captación de clientes, esa puede ser una de sus funciones o no. En la actualidad  se encarga de la coordinación y la gestión, tanto de clientes como de recursos humanos con los cuales trabaja. En definitiva, es una figura estratégica dentro de toda empresa.

Es como un camaleón

Se podrían enumerar infinidad de tareas que realiza un ejecutivo de cuentas, y de la misma manera también, se podrían enumerar infinidad de habilidades que debe poseer. Pero ambas listas de tareas y habilidades se pueden resumir en un solo concepto, “camaleónico”. El buen ejecutivo debe ser capaz de adaptarse al cliente, al proyecto, a los objetivos, a los tiempos marcados, a las tendencias en cada momento, a los compañeros, a los superiores…

Es el deportista completo

Y a su vez debe saber de todo y de nada (como se dice coloquialmente), es decir, debe controlar todos los ámbitos en los que se mueve a la perfección sin ser un erudito en ninguno de ellos. Para que nos entendamos y extrapolándolo al mundo deportivo que tan de moda está en la actualidad, un buen ejecutivo de cuentas tiene que ser el perfecto deportista de Decathlon o el más completo triatleta, sabiendo marcar los tiempos en cada disciplina para ser el más completo de todos los deportistas. Debe correr casi como Usain Bolt, saltar casi como Ruth Beitia, rodar casi como Alberto Contador, nadar casi como Mireia Belmonte. Y debe tener todos esos “casis”, para poder ser lo más completo posible.

GESTOR DONDE LOS HAYA

En definitiva, el buen ejecutivo de cuentas, tiene que saber organizar su tiempo y su trabajo, siempre controlando todo lo que le rodea y atento a posibles imprevistos. Pero el GRAN ejecutivo de cuentas debe ser un gran gestor de incidencias, lo que se llama comúnmente un buen “come marrones”, sabiendo salir al paso de todas las piedras que se pueda encontrar en el camino. Siempre con mano izquierda, claridad y transparencia con el cliente y con su equipo de trabajo. Y todo lo anteriormente dicho debe ir acompañado con grandes dotes de comunicación y empatía con todo lo que le rodea, siendo siempre muy proactivo en todo lo que haga. En una palabra, podríamos definir al ejecutivo de cuentas como una persona RESILIENTE, teniendo este como filosofía de trabajo que los éxitos son gracias a sus compañeros y que los fracasos son responsabilidad suya. En palabras de Jürgen Klopp “soy el responsable de los problemas del equipo y los jugadores de los éxitos”. Ángel, ejecutivo de cuentas de HeadTeam.